Policías a juicio en una causa paralela al caso Glasman

17 de Abril de 200908:26

El fiscal Christian Long pidió la elevación a debate del expediente en que se investigó la conducta de los ex capitanes Aníbal Belén y Nelson Gab y la teniente Alejandra De Francesco.
 Tres policías que a fines de marzo habían sido sancionados por la fuerza, porque supuestamente no retuvieron en un primer momento al sujeto luego condenado por el homicidio del doctor Felipe Glasman, también tendrán que responder por los cargos en el ámbito penal.

     Es que en las últimas horas, el fiscal Christian Fernando Long, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 5, requirió la elevación a juicio de la causa contra los ex capitanes Aníbal Oscar Belén (49) y Nelson Adalberto Gab (35) --ambos fueron exonerados-- y la teniente Alejandra De Francesco (28), quien recibió 60 días de suspensión por parte del ministerio de Seguridad.
     En el caso de Belén y Gab, el fiscal entendió que existen elementos de prueba "suficientemente acreditados, con el grado de certeza que este estadio procesal requiere", para responsabilizarlos por falsificación material e ideológica de documento público en concurso ideal y omisión de los deberes de su oficio, en concurso real.
     La conducta de De Francesco, en tanto, fue encuadrada como falsificación de documento público en calidad de partícipe secundaria o cooperadora.
     Se imputa a los procesados, no haber tomado los recaudos para retener a Vicente "Tito" Colman --condenado en 2008 a 27 años de cárcel por el crimen del entonces presidente de la Asociación Médica--, cuando se movilizaba en un Chevrolet Corsa, desde Bahía Blanca hacia Buenos Aires, en compañía de su sobrino Javier Vidal, horas después de perpetrado el asesinato.
     Belén, entonces, era jefe de la seccional de Tres Arroyos y Gab y De Francesco estaban de guardia aquella madrugada, del 29 de agosto de 2002.


Los cargos


     En principio, según la pesquisa, omitieron comunicar en forma inmediata a la fiscalía en turno que los había aprehendido personal del destacamento de Seguridad Vial, en cumplimiento de la directiva impartida por la Jefatura Departamental de Bahía Blanca mediante aviso radial, por la posible vinculación de los individuos con el crimen.
     Tampoco les extrajeron a Colman y a Vidal juegos de fichas dactilares, para constatar sus identidades ni ordenaron el examen médico de rigor, concediéndoles la libertad sin aguardar el arribo a esa sede de una comisión de la DDI bahiense, "siendo que se había dado aviso de la misma con suficiente antelación".
     Por otra parte, en la comisaría tresarroyense, en ese momento, se determinó a otro funcionario a confeccionar las actas de procedimiento policial y de aprehensión y se insertaron o hicieron insertar en ellas una firma falsamente atribuida a la autoría de Vidal.
     Long basó su planteo en profusa prueba testimonial y de distintos informes, entre ellos algunos relacionados con los libros de registro de la guardia.
     Efectivos de Seguridad Vial de Tres Arroyos declararon y confirmaron que habían perseguido al coche conducido por Colman aquella lluviosa madrugada, siendo demorados y conducidos a la seccional de la jurisdicción.


"Se sabía perfectamente"


     "La documentación obrante en autos confirma el argumento de que no se desconocía el motivo de la interceptación del vehículo y la demora de sus ocupantes, sino que, por el contrario, se sabía perfectamente que se los vinculaba con un homicidio, de gran resonancia mediática y ocurrido hacía escasas seis horas", explicó el fiscal.
     También mencionó la declaración del personal de la DDI que arribó a las 9 a Tres Arroyos y descubrió que el dúo ya había sido liberado.
     Además, se tuvieron en cuenta los dichos de Vidal, quien aseguró que Colman, en todo momento, "mostraba una tranquilidad asombrosa" y él "caminaba por las paredes".
     Indicó que mientras aguardaban en la comisaría, llegó un hombre, al que ya estaban esperando los policías, con un maletín de cuero y que luego de que mantuvieron una entrevista en una oficina, ellos quedaron en libertad.
     El desconocido tendría entre 40 y 45 años, tez blanca, cabellos castaños oscuros, medía menos de 1,76 metros, estaba prolijamente peinado con gel y llevaba puestos pantalón de vestir, mocasines y camisa, con un pulóver sobre los hombros.
     Mencionó que Colman identificó a ese sujeto como "un periodista, porque ya habían llamado los medios".
     Para Long, las indagatorias de los policías son "contradictorias", en especial las de Belén y Gab, de las cuales se desprenden "claros indicios de mendacidad, en un intento por desvincularse de su situación procesal y por justificar su accionar irregular".
     Explicó que los testigos "contradicen las hipótesis sostenidas por los encartados y varían las circunstancias en las que ellos pretenden colocarse".
     Belén sostuvo que desconocía la posible vinculación de Colman con el grave delito, ya que no era jefe de la seccional, sino de turno, mientras que Gab trató de ampararse en la obediencia a la orden emanada de su superior.


 
http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/15/04/2009/94f034.html

RRHH banner
Agradecimiento a los Médicos
Revista Somos Medicos
Flicker
You Tube FEMEBA OFICIAL
Violencia
Nociones basicas
Normas Iram