Con gran pena y dolor recibimos la noticia del fallecimiento de nuestro querido amigo y colega, el doctor, Aldo Neri.
Obstinado en combatir la desigualdad social, mostró en su vida pública, académica, política y en su trabajo en general, un altísimo grado de coherencia y honestidad intelectual.
Aceptaba el disenso con una naturalidad extraordinaria. Tal vez esta y otras cualidades hicieron de él un protagonista central e indiscutido del sector salud; pero más que nada, del sector social al que se dedicó sin egoísmos desde sus inciertos comienzos como médico rural en Río Negro.
A la Federación Médica la prestigió con su colaboración durante varias décadas, incluso antes de incorporarse al Movimiento de Renovación y Cambio que lideró Raúl Alfonsín y del que fue su ministro de Salud y Acción Social desde 1983 hasta 1986.
Nos toca despedir a un amigo pero más que nada, querido Aldo, sentimos que tu ausencia hará al sector social y al de la salud mucho más pobre todavía.
Un gran abrazo y descansa en paz.